** ATENCIÓN, LEER - MUY INTERSANTES ESTAS HISTORIAS de La Escondida.
Oscar A.RUIDIAZ 19 de noviembre de 2022 ·
Compartido con: Público
Voy a pasarles notas
enviadas por una antigua escondidense que me envía Historias de los comienzos
de La Escondida. Es la Sra. HICHA BENÍTEZ que reside en Buenos Aires, tiene
familiares aquí en La Esco, p/ej. la flia de Moncho Valenzuela. Estuvo con
muchas ganas de venir al cumpleaños del pueblo hace muy poco, pero en su
familia no la apoyaron para ese evento debido a su avanzada edad. Suelo
conversar cada tanto con ella y sorprende su amor por el terruño y por su
claridad mental. Tal vez algunos se acuerden de su hermano al que le llamaban
"Cutincho" Ambos tienen muchas ganas de visitar al pueblo querido. Voy
a seguir pasándoles sus comentarios en brevedad. Espero les guste.
HISTORIAS ESCONDIDENSES ESCRITAS POR Hilda (Hicha)
BENÍTEZ *
Trataré continuar con
la descripción de lo que recuerdo de aquellos años.
En la calle que pasa
frente a la capilla y siguiendo hacia la escuela 176 de entonces, sobre mano
izquierda luego de la casa de Pastori (gran persona, él y su esposa) estaba
creo Galli, luego Del Olmo con las mellizas Chiqui y Ñata; mientras que frente
después de la de Corti (jefe o gerente de la "tienda"), estaba la
casa de Wirchelli, no recuerdo cómo se escribe pero sí quien estaba casado con
nuestra querida maestra Paulina García, madre de Corchito. enfrente estaba el
consultorio médico atendido primero por el Dr. Céspedes Oxley y luego lo
sucedió el Dr. Troiano, (puede ser?). Desde el mismo sitio pero mirando hacia
la izquierda, estaban las viviendas para las maestras solteras y/o. Viudas, ya
que allí se alojó la srta. Ñata, mía en 1er.grado, Pety en 2do, Rosalía Castro
de Leyes y creo otra hermosa joven alta ella, cuyo apellido comenzaba algo así
como Marletta, no sé porqué no puedo recordar su nombre, pero sí que fue quien
le puso letra a la música del "Danubio azul" que cantamos cuando la inauguración
del club social. Qué inolvidable noche ¡; Participó el pueblo, algunos
funcionarios de la empresa cantaron "Oh Sole Mío"; era yo muy chica,
pero aún me emocionó al recordar pues creo que pusieron el alma, ya que más de
uno era italiano. Bien, decía que estaba el edificio viviendas para docentes;
doblando allí hacia la izquierda estaba el edificio llamado "el
conventillo" donde vivían hombres solteros que trabajaban (obviamente) en
la empresa. Creo, ese edificio daba el frente sobre la calle que llevaba al
"barrio Las Ranas"( ??), nunca supe porque de ese nombre. Allí, entre
otros vecinos, vivía un señor cuyo apellido era Segovia.
Porqué lo recuerdo?,
porque un día en 4to grado. entra al aula el director don Antonio y, por
entonces, no sé hoy, existía la cooperadora, a la que casi todos los padres
aportaban una colaboración que consistía en una suma pequeña de dinero. Cada
socio recibía el recibo mensualmente. Comenzó el director a llamar por el
nombre a cada quien (padres o vecino) para entregar el recibo. El preguntaba:
"quien. Puede entregar a.: allí nombraba, de modo siempre había quien
vivía más cerca de ese socio para alcanzar el recibo. Oscar, creo que ya no es
así hoy; pero en aquella época nadie se salvaba de un "mote", apodo o
como se llame. Cuestión que nombra: "Nicomedes. Segovia "??. Nadie
responde, repite una y otra vez: Nicomedes Segovia, nada; hasta que don Antonio
dice: "bigote tranquilo", Oh! Creo toda el aula respondió: "Yo
señor, Yo señor, "anécdotas inolvidable de una época lejana.
Volviendo a la
"vecindad". la vía "ferroviaria", por dónde recorría la
locomotora sola o con chatas cargadas de rollizos de Quebracho dónde y el
autovía como llamábamos al transporte que esperaba y o llevaba a quienes
partían o regresaban en el tren del F.C.G.B. (era ese?) ; Esa vía pasaba desde
la fábrica ya sea hasta el 917 (estación cuyo jefe se apellidaba Pesse creo) o
también hasta el cementerio que distaba a 7 km ,este "viaje" lo hacía
para el día de todos los Santos y para el día de los muertos, con más razón era
él transporte que llevaba …
Buen día hoy 28-10. continúo: … decía que
era el transporte que llevaba al cementerio a quien falleció y también, el día
de todos los Santos y día de los muertos, ya que por aquel entonces, la
costumbre era pasar ese día las familias cerca de las tumbas de sus muertos
queridos. Los chicos, mientras los padres rezaban junto a las tumbas, se
llevaba la comida, tipo "pic_nic",,y, decía, los chicos cruzábamos la
calle y nos internábamos al monte a comer "ñangapiri" (Pitanga) ya
que noviembre es cuando esté árbol está en fruto rojo, es decir, ya maduro. La
inocencia de criatura que no alcanza a entender el significado de este
"ritual" que se hacía en el cementerio. Y bien; volviendo al pueblo,
no sé si te conté de la calle que venía desde el centro ,cruzando el paso a
nivel hacia el norte, a ese barrio lo llamaban "barrio Las
Cigarreras", y tiene su porqué: allí vivían la gran mayoría de las
bellísimas jóvenes que trabajaban en la cigarrería: Teodora Enciso (madre de Carlos
Devetak); las Silventti, las Ordiz y quizá olvidé a alguien…
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* Aquí les presento una historia real en La Escondida años 1940… *
Y así lo recuerdo: Fue por los años 40 / 41 era yo una criatura que, según el turno en que trabajó mi padre, llevábale ya sea un desayuno o una merienda a su trabajo. En este caso se trató del desayuno; ( una pava con mate cocido y tortas fritas). No fueron aún las 9 hs.am., estaba ya llegando a la fábrica, justo donde hace o hacia una curva el camino que pasaba o pasa frente al club social y está estaba cortado por el edificio o los edificios propiamente dicho de la empresa Noetinger Lepetit , quedando a la derecha el "hotel", el correo, el depósito, el almacén, la tienda, y finalmente la farmacia. Justo allí me encontré yo cuando oigo el galopar de caballos (eran dos), y el disparo de armas al igual que las películas del lejano Oeste.
Igual a las películas de cowboy, que en aquellos tiempos por verlas en la matiné de los domingos en el cine del Club San Carlos, debemos apurar (en mi hogar, mi niñez), dejar todo limpio y ordenado para así ganarnos la entrada.
Eran disparos al aire, yo sabía que para entrar al pueblo había que esperar que "el portero", ( don González), abriera el candado con que se cerraba una gran tranquera. El debía, de ese modo autorizar o no la entrada. Pero estos inesperados "visitantes", que llegaron armados y muy amenazantes obligaron a don González a abrir la tranquera. A todo galope entraron y dispararon sus armas al aire mientras guiaban a sus caballos hacia las oficinas. Con "el magro desayuno" y con mucho temor corro hasta entrar al Correo (a unos pocos metros de donde me hallaba), allí estaba Marqués, el Sr. del Correo; quien me tomó del hombro y me dijo: "quédate aquí, no te muevas"... No recuerdo que hice ni cómo ni cuando me permitió salir.
¡¡Sólo sé que oí gritos, gritos, eran ZAMACOLA Y MATE COCIDO!! El terror de esa época. Mi mente debe haber quedado en blanco pues nunca, nunca pude recordar si alcancé el desayuno a mi padre o volví a mi casa. Era yo una Niña de no más de 7 años. Tampoco recuerdo haber hablado de esto nunca con mis padres. Hoy, en el ocaso de mi vida, pienso que no lo hicieron para no "revivir" tan peligroso momento. Por cierto no lo recuerdo hoy yo así. Sí lo recuerdo con gran tristeza pues se llevó todo el dinero con que la empresa pagó "la quincena" al personal y por ende la preocupación llegó a todos los sectores.. Así y todo nadie quedó sin cobrar. //
Años, años después; ya yo adulta y con capacidad de razonamiento, vi una película protagonizada entre otros por Jorge Martínez ( puedo equivocarme ), donde, como viene ocurriendo en nuestro país, pareciera ser Zamacola la victima.
Recuerdo sí a estos personajes, gente joven, sus vestimentas eran las del Far West, gran porte en sus caballos, aperos impecables, cinturones completos de balas, sombrero echado en la nuca, observé todo eso muy maravillada, inconsciente del riesgo.
- Comentario recibido desde Bs.As. de una escondidense llamada Hilda (Hicha) Benítez, quien narra esta situación en su niñez y nos maravilla con su gran lucidez a pesar de sus 90 años de edad.
Muchas gracias Hicha por tu aporte de esta historia real acontecida en nuestro pueblo La Escondida en años 40`.
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29 SET-2023 - Cumpleaños N° 96 de LA ESCONDIDA
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